El Maldito Internado Umbra Cap-1 Umbra

El Maldito Internado Umbra

Capitulo 1:Umbra

Img internado Umbra demonio rodeando castillo

Anshar apago el despertador de su celular, apenas tendría tiempo para un bollo dulce y un poco de leche, detestaba levantarse temprano, por lo cual rendía cada minuto en su mullida y tibia cama. Su pequeño cuarto lucía bastante prolijo para ser una adolescente, escucho a sus padres desde el primer piso repetir la frase diaria de :
— Apresurate niña, no olvides llevar tu almuerzo, nos veremos más tarde.
Termino de morder su pan a toda prisa, y tomando su bicicleta se dirigió al internado, unas zapatillas deportivas ,su jeans azul y una camiseta con el logo de su grupo musical favorito marcaban su vestimenta, su largo cabello rojizo era su estandarte de belleza, lo recogió con unas preciosas horquillas y se apresuro a llegar al internado. Para algunos estudiantes era su hogar, las habitaciones estaban destinadas a otra área del campo, un edificio gris sin color, con amplios ventanales y rodeado de arboles que cubrían el suelo de los alrededores con hojas doradas y rojas durante el otoño. El palacete medieval era donde se encontraban las aulas y salas de profesores. Respiro un tanto ansiosa, sus padres firmaron un contrato con una compañía extranjera por dos años, viajarían a sus nuevos puestos de trabajos antes de navidad. Por lo que solicito ser interna viviendo dentro del adusto dormitorio hasta su graduación a final de año. Eso no le hacia ninguna gracia, había descubierto desde sus cinco años de edad que la ausencia de la marca en tu cuerpo era un fuerte estigma, significaba que era una hembra que carecía de guardián, era hija de demonios menores, lo cual no era razón para que la marca rojiza en forma de serpiente no existiera, todas las hembras de su especie la lucían, a excepción de Anshar. Su existencia en ese entorno escolar fue bastante difícil, presa de discriminación por parte de sus compañeros e incluso profesores, muchas veces al ingresar a las aulas encontraba en el pizarrón sendos mensajes en los cuales se leía

Eres una cambion disfrazada o Fuera maldita cambion!

Sus padres la llevaron a los médicos más prestigiosos del clan, no hubo respuesta, era una demonio, ni siquiera una cambion , apodo que se le otorgaba a la mezcla entre humanos y demonios. Simplemente se convirtió en una paria, junto a un carácter fuerte y liberal fueron su carta de presentación dentro de las aulas que conformaban el arcaico sistema de clases que reinaba en el lugar.
Ella lo veía como la oportunidad de no someterse a un embarazo temprano, el clan había ordenado que a partir de los 17 años las hembras debían traer hijos para que su linaje permaneciera impoluto. Ahora volvería por un año, fue tan simple decirlo, no sería igual el vivirlo. Suspiro mientras miraba de reojo a la chica más popular del internado, Yazna, quien lucía las tres marcas, lo cual le permitiría escoger entre el Principe, o algún otro demonio de estatus imperial. Era una bella chica, de apariencia sofisticada, con aires de reina, sabia de antemano que era muy popular y lo disfrutaba, novia del Principe, admirada por los chicos y las chicas del lugar, mientras la miraba pasar a su lado de la mano del apuesto joven, pensó durante una fracción de segundo cómo sería sentirse de esa manera. Unos chicos la empujaron groseramente, intentando ser parte de aquel cortejo.
Cualquiera podría pensar que su vida se trataba de toda una desventura, un completo infortunio, pero no lo era, se sentía afortunada, no tendría un guardián al que obedecer, no tendría que colaborar con el obsoleto sistema de castas que le exigían formar parte de algo que de ninguna manera la convencía.
Al pasar con su maletín de estudios se miro en los ventanales que daban al exterior, era una chica agraciada y gentil, sin embargo de alguna manera estaba encaminada al escarnio de sus congéneres. Una llamada de sus padres le hizo escupir fuego, su madre le consiguió una cita con un desconocido, e hijo de una vieja amiga, al igual que ella se trataba de un demonio menor, y la mejor parte de la historia era el que no le importara que ella no luciese el sello del clan. Enfatizó el hecho de que fuese lo suficientemente sana para tener mínimo dos camadas , pues eso les daría derecho a un jugoso subsidio que el clan oscuro otorgaba a los miembros que colaboraran con la causa de traer nuevos miembros a sus huestes No pudo seguir escuchando más, colgó el teléfono. Verdaderamente les extrañaría cuando fuesen al exterior a trabajar, pero de cierta manera estaría libre de sus presiones para encontrar un guardián que la protegiese.
Nunca les contó a sus padres sobre el tema, lo tenía en un apartado de su corazón, su sueño era formar parte del mundo humano , le parecían muy interesante la libertad de elección de la que podían disfrutar sus hembras sin tantos requerimientos a seguir como en su especie. Estuvo por algunos meses en Amberes durante un intercambio estudiantil, se vio deslumbrada por todo lo relacionado con esa sensación de libertad, sobre todo en las chicas, decidió a partir de ese momento que sin la marca ni un aura diabólica podría camuflarse de manera perfecta en el mundo que añoraba. Practicaba seriamente su vestuario humano, sus jeans y camisetas, su zapatillas cómodas, lejos del boato que solía presenciar en las demonios jóvenes. Todo lo que representara comodidad era bienvenido, excepto en lo que correspondía a su larga cabellera, sería un desacato cortar aquella hermosa cabellera de color rojizo, sobre todo por haberlo prometido ante su abuela, y pese a que esta había regresado para su quinta reencarnación como demonio , las promesas debían cumplirse.
Al presentar su solicitud para un año dentro de los dormitorios se le asigno la buhardilla que ocupaba cuando permaneció por un tiempo como interna. Calurosa en el verano, fría durante el invierno, nada de eso sería un problema, simple y sencillamente solo debía soportar los 270 días escolares que se abalanzaban sobre ella sin piedad ni misericordia.
Despidió a sus padres en el aeropuerto, viajarían antes de la navidad, evitando congestionamientos y multitudes agobiantes, ella pasaría un tiempo en el departamento que les pertenecía y luego al empezar sus ultimo año de preparatoria viviría dentro de la residencia.
No le molestaba la soledad , el ostracismo al que había sido condenada desde niña le formo un fuerte escudo contra la discriminación y el acoso, desarrollo una férrea personalidad que nunca le permitió sentir lástima hacia ella misma, recordó con una sonrisa que en una de sus novelas favoritas el héroe tomaba pequeñas dosis de veneno con el fin de desarrollar su inmunidad , ella utilizaba ese estilo de supervivencia, ese 17 de octubre cumplía sus 17 años, sus padres le dejaron dinero junto a una hermosa tarjeta, de despedida donde decía Cuidate, te amamos. Durante la mañana le enviaron cariñosos emoticones con sus respectivos saludos.
El cielo azul se presentaba espléndido, almorzaría en la calle, luego iria al departamento a practicar el modo lazy, ahh, pensó, la vida es buena. Su hogar formaba parte de los bloques residenciales de obreros, dos habitaciones y un salón junto a una cocina modular, la zona residencial estaba en las afueras, algunos demonios inferiores y cambiones de bajo status colmaban el lugar.
Una llamada del colegio la molesto, era la luna llena del mes de octubre, halloween sería pronto, la convergencia astral se daría y algunos portales serían abiertos. En realidad poco le importaban todos esos ritos asociados a los Demonios Antiguos, no participaría, consciente de su bajo nivel sería imposible que alguien la extrañara.
Esa noche, bajo los designios del destino, el Proceso Maledictus llego a su vida sin previo aviso.

Una oscura pesadilla ocupa el lugar de sus tranquilos sueños. Ella camina por un majestuoso templo, siete figuras apostadas en un largo pasillo parecían esperarla e inclinaban sus cabezas con señal de respeto, se detiene ante cada una de ellas haciendo la misma reverencia. Les reconoce como sus amos, los Siete Principes Infernales están frente a ella. Los nombres de aquellos seres son musitados a sotto vocce dentro del misterioso templo. Mientras camina hacia lo que parece ser un altar , un dolor ardiente en su espalda la hace caer de rodillas, su corazón late con fuerza, la terrible sensación de su espalda siendo marcada con un hierro candente la invade, su respiración se hizo pesada, se levanto con esfuerzo, a cada paso el dolor se volvía más acuciante, llego ante la primer figura, un demonio de edad indefinida le ordenaba invocarle : Manom , le dijo con una escalofriante voz gurutal, repite mi nombre , es una orden. Al hacerlo un grito lleno el lugar, era ella intentando sobrevivir al dolor intenso que provenía de su espalda. Su cuerpo seguía recorriendo de forma lenta el pasadizo, observando el ritual de invocar a cada uno de los Amos Infernales. Uno a uno fue nombrando a los siete Príncipes Antiguos del Infierno, el más puro linaje ancestral del Reino Oscuro. Sentía como por su espalda resbalaban gotas tibias de lo que parecía ser sudor, pero al intentar llegar su mano al sitio donde mil agujas de fuego eran clavadas en su piel noto que era sangre:
Frente al altar, donde el Báculo Imperial del Reino Infernal se hallaba , una orden le fue dada: Dí de nuevo nuestros nombres.
Ella obedeció sin reparos:

MANOM , SENYA, BELER, ASMOV, BAEL, RODMEN ,ASGAD.

De su boca emergían lentamente los siete nombres , en tanto apretaba con fuerza sus labios para no aullar de dolor. Se repetía a si misma que solo era una vívida pesadilla, que esa penetrante y dolorosa sensación acabaría en cuanto despertase. Se preguntó a si misma cual sería el máximo nivel de sufrimiento que su cuerpo resistiría, por momentos gotas de sudor resbalaban por su rostro. ¿ Cuanto más podría sobrevivir su cuerpo ante el inenarrable dolor que provenía de aquel maldito sueño?

En tanto el nombre de los Dioses Infernales tomaba su lugar dentro del tatuaje, símbolos sumerios convergían en aquel diseño diabólico en cuyo centro un sello oscuro culminaba su obra. Como si fuese un cubo rugby cada segmento y nombre tomaba su lugar en aquel malévolo tatuaje. Despertó adolorida, sentía húmeda su espalda, al ir al baño noto como su camiseta de dormir se hallaba empapada con su sangre. Se dirigió al baño, se quito sus ropas y dio un grito ahogado al ver el reflejo de su cuerpo, su espalda lucía atrozmente herida, un ardor impresionante partía de ella, se hincó a llorar, intentando que la sensación quemante desapareciese, quizás su sueño continuaba, se tiro a su cama boca abajo, mientras rogaba que aquella sensación en su espalda desapareciera. Despertó cerca del mediodía, las molestias en su herida continuaban.
Necesitaba al menos ver un medico que acabase con el extremo dolor que sufría, pero mostrar ese tatuaje en el mundo humano sería demasiado , de inmediato levantaría sospechas, recordó un cambion que trabajaba como chamán, sus padres le habían llevado para indagar su ausencia de marca. Rió con desgano, si hubiese deseado alguna vez poseer un sello similar su alegría sería inigual pero al mirar de nuevo aquello que fue colocado en su cuerpo, las lágrimas afloraron , el destino se burlaba en tu cara, el agua tibia tampoco aminoro el sufrimiento, solo lo incrementó, se vistió con dos camisetas, para que la sangre no traspasase demasiado pronto sus ropas. Se dirigió al lugar, un centenario callejón utilizado como mercado para todo tipo de transacciones ilegales con mercadería de contrabando o sustraída, sus padres le relataron que aun servia para dichos menesteres, por el momento no era día de mercado, los sucios callejones lucían vacíos. A su derecha noto la antigua bodega que fungía como consultorio, entró a la pequeña habitación que servía de recibidor con unas cuantas sillas desperdigadas por el lugar. Tomo una manteniendo su espalda alejada del respaldo , el lugar lucía limpio, algunas plantas en macetas hacían notar de antemano el extraño gusto del chamán, plantas de mandrágora, algunas atrapamoscas, bonsai de mil años repletos de frutos rojos en sus ramas. Cuando entro al consultorio sonrió al ver de nuevo al médico, los años no pasaban por su cuerpo, siempre joven y de aspecto vigoroso.
— Qué te trae por aquí pequeña? Preguntó.
— Hace dos días ocurrió algo, tuve una horrible pesadilla, cuando desperté note algo en mi espalda.
— La luna de los enlaces? Probablemente te afectó de alguna manera. Qué te trae hasta mi ?Preguntó con curiosidad
— Observe usted, y dígalo, contesto con firmeza mientras levantaba las camisetas que de nuevo lucían empapadas en sangre.
El chamán emitió un fuerte respingo, la miro sorprendido mientras le preguntaba si había usado alguna invocación para lograr aquello.
— Qué invocación? Cree que yo misma me torture? Tengo dos días con la sensación de mil agujas clavadas en mi piel , y no desaparece, no puedo detener ésto dijo llorando con fuerza. Solo quiero que el dolor se vaya, ya no lo soporto más.
El doctor le dijo que le pondría algunos medicamentos con una sustancia calmante, en cuanto lo hizo el dolor disminuyó . El chaman aun sorprendido por lo que veía tomo fotografías con su celular, explicándole a la chica que investigaría sobre lo sucedido, probablemente sería algo temporal, mentía, lo sucedido presagiaba el evento más importante para el clan y debía ser recabado con minuciosidad. Esta aparente anomalía no sucedía desde tres mil años atrás, donde un demonio hembra sin marca desarrollaba este tipo de tatuaje presagiando uno de los sucesos más inusuales del inframundo. Los siete Príncipes antiguos del Mundo Oscuro unirían su sangre, sabiduría y poder en una nueva casta de demonios alfa, sin mezclas que pudieran desviar sus malignos poderes. Su sustancia permanecería inmutable , ajena a todo cambio.
El alivio pareció llegar con aquel polvo blanco que baño su espalda, por primera vez durante esos tormentosos días podría descansar tranquilamente. Tomo un taxi para volver a su departamento.
Ashar durmió varios días seguidos, sola en el departamento apenas pudo levantarse y tomar unos cuantos sorbos de agua, encontró algunas barras de energía en la despensa, unos fideos instantáneos serían su alimento ese día. Reviso su celular tenía algunos mensajes de sus padres, preocupados por no recibir su contestación, les respondió que el celular estaba en reparación. No quería preocuparles. Miro el almanaque, ese lunes tenía que presentarse al dormitorio del internado. Su espalda se veía mejor, ya no sangraba, y se notaba bastante bien. Una idea estúpida cruzó por su mente, sería imposible usar trajes de baño o vestidos que mostraran su espalda, a pesar de no tener colores, el tatuaje no podía ser obviado. Luego se dijo a si misma que como era posible que pensara en dichas sandeces, pero la entristeció la posibilidad de no lograr su sueño de participar como el resto de los chicos humanos visitando la playa o piscinas para su diversión.
No solamente derivaba del hecho del relieve en su piel, los nombres y símbolos usados serían reconocidos como lenguaje infernal, los siete nombres en su espalda pertenecían a antiguos dioses supremos del inframundo. No pensaría más en ello, solo ocultaría aquel descomunal sello y lo olvidaría por siempre.
Dentro de la casona victoriana ubicada dentro de los predios del internado, sede de los Rastreadores , grupo dedicado a registrar y anular cualquier ataque al internado donde se hallaba el Principe, sus sistemas de seguridad notaron la energía que se desprendió del edificio de departamentos durante la Luna del Proceso Maledictus, llegando a niveles nunca vistos, causo extrañeza el hecho de no existir registros sobre un demonio superior viviendo por esos lares que pudiese generar tal cantidad de energía, realmente era algo misterioso que habría que investigar a fondo.
En tanto la foto que tomo el chaman del tatuaje tridimensional en la espalda de Ashar , fue enviada al grupo de los cambiones que intentaban formar un nuevo sistema donde pudieran acceder a su poder como demonios. Vigilarían a la chica. Tendrían mucha suerte si lo que pensaban resultase cierto, si la profecía fuese cumplida podrían tener acceso a dicho poder , su misión sería llevada a cabo sin duda alguna.
Anshar necesitaba informarse todo lo concerniente a la Luna Maledictus, pese a ser una demonio inferior la historia y profecías infernales no tenían ningún interés para ella, desconocía adrede lo relacionado a su clan, buscaría en los viejos libros de la biblioteca, necesitaba saber a que se enfrentaba. Al vestirse para dirigirse al dormitorio de las chicas noto como su cuerpo había sufrido cambios, un suspiro de fastidio lleno su habitación. Ahora su cuerpo semejaba el de una mujer de 24 años destacando al máximo sus atributos femeninos , su trasero firme, sus espléndidos senos , una piel suave y lozana, el brillo en sus ojos y unos labios rojos natural parecían completar un look de vampiresa. Su mente programo comprar nueva ropa el fin de semana que ocultara las curvas no deseadas que tomo su cuerpo. En cuanto comenzó a caminar por los pasillos del internado las miradas masculinas se dirigieron a ella, algo en la chica cambió y los machos lo notaron. En ese preciso momento su cuerpo y aroma lanzaban un fuerte llamado al apareamiento dentro del clan. Ella continuo por el pasillo como si desconociese lo que ocurría, intento esquivar a la pareja real , de nada sirvió, solo que esta vez el Principe Deimos se sintió atraído hacia la figura y el olor que provenía de la joven. La miro sin reparos, incluso volvió su cabeza para admirar el cuerpo femenino repleto de curvas de Anshar. La novia lo tomo con fuerza de la mano, empujando su cuerpo hacia ella, molesta por la atención que prestaba a aquella chica sin estatus dentro de su esquemático clan.
Anshar decidió refugiarse en su habitación. Asimismo pensó que esa fecha coincidía con la revisión que el prefecto Dominador haría a los alumnos de grados superiores , no tardaría en llamarle a la enfermería donde revisaría su cuerpo para verificar que alguna marca apareciera en él, de lo contrario su status sería degradado al de los cambiones Y no habría sitio para ella en el prestigioso centro educativo, deseo ampliamente reconocido por la joven puesto que el funcionario creía que no era merecedora de pertenecer a tan prestigiosa institución. La chica sonrió confiada, poco le importaba pasar dicho examen, pese a ello este no sería el momento adecuado para que notase el horrible circulo en su espalda, lejos estaba el poder alcanzar la meta de convertirse en un humano, lo deseaba tanto.
Los demonios se hallaban en sus respectivos dormitorios, El Principe y tres de los guardianes residían en el lujoso lugar. Mas abajo se hallaban los guardianes de menos status fungiendo como personal de seguridad. Estos hablaban de Anshar y su nueva apariencia.
— Oye, la chica con la que topaste en el pasillo es la misma que nació sin marca.
— Creo que si. Respondió Daimon sin mostrar interés alguno.
— Es bella, dijo uno de ellos , pero no podría perseguirla, no tengo tanta sangre real para convertir mi camada en demonios superiores, mi familia no lo toleraría, unirme a una chica sin marca no me sería permitido.
Del mismo modo el Principe pensaba que sería interesante tener a la chica como amante, era bella y su olor le estremeció como ninguna hembra del clan demoniaco lo había hecho. Era el superior del lugar, no tenía problemas en concebir una camada con ella, su realeza les convertiría en demonios superiores. Por lo que el hecho de unirse a ella no le incomodaba.
Ajena a todos estos acontecimientos, Ashar se duchaba, mientras colocaba su pijama pensó en la extraña serie de acontecimientos que invadían su cómoda vida. Extrañamente pudo notar que su don de adivinación en los sueños se disparaba a niveles nunca antes vistos. Por otra parte decidió no pensar demasiado en ello. Se enfocaría en que el resto del año transcurriera sin algún incidente.
Esa mañana se dirigió a sus clases de idioma, la tarde la tomaría para revisar los documentos sobre la Luna del Proceso Maledictus, la búsqueda de varios días había rendido frutos, unos viejos manuscritos le fueron cedidos por la bibliotecaria. Ella agradeció.
Mientras se dirigía a sus clases habituales, el Principe la detuvo, ella miro boquiabierta mientras éste colocaba en su mano la invitación a ser su pareja, un sobre rojo con el sello de la realeza hora, fecha, y nombre de la hembra, eso reconocería la futura camada del Principe si la impregnación fuese llevada a cabo. Le miro con sorpresa, él sonrió diciendo, te espero en mi departamento, y acercándose a ella mordisqueo su oreja con gentileza. Ella sintió un escalofrío que abarcó todo su cuerpo, no quería que eso ocurriera, pero tampoco podía negarse, a pesar de no tener marca y ser considerada una demonio de bajo rango la invitación debía ser considerada un privilegio. El decidía convertirse en su guardián y hacerse cargo de su camada, en caso de una posible impregnación, se sintió un tanto frustrada, sus planes de fugarse en su totalidad al mundo humano caían rotos en trozos. No podía impedir su emparejamiento, sobre todo cuando se trataba de un superior de rango máximo.
En tanto implementaba una estrategia para evitar al Principe, leería los manuscritos referentes al Proceso Maledictus. Los desplegó en su mesa de trabajo, el viejo pergamino permitía leerlo con fluidez, a pesar del deterioro que mostraba.

Proceso Maledictus

Proceso que deriva del aprovechamiento de la energía liberada esa noche para recabar información acerca del clan y su genealogía, cada cinco mil años se introduce un elemento inesperado en la ecuación, dichos procesos se llevan a cabo durante miles de años y antecede la llegada de los Principes Imperiales, sus antepasados serán los demonios que ocuparon el reinado desde la creación del inframundo. Los seres infernales tenían su propia teoría del cambio, era un concepto asimilado y aprobado por los Superiores, pese a ello debe existir un equilibrio que les permitiese conservar su energía primigenia sin alteraciones, la llegada de esta camada aunado al linaje de los Señores permitiría que sus poderes y fuerza quedaran sellados dentro de dos demonios tan poderosos como los primeros Adversarios creados dentro del inframundo. La concepción y su manifestación requerían de un cuerpo sin sello alguno, para no alterar su pureza, y un Principe reconocido por sus ancestros como Daimon, un umbra de poder infinito.

No deseaba ser impregnada, ni siquiera por el majestuoso Principe que tomaba los pasillos de la escuela como un Dios disfrutando de su harem personal, pensó en huir, con premura se dirigió al portón principal dormiría unos cuantos días en casa, hasta que el Principe se olvidara de sus intenciones. Demasiado tarde. Dos escoltas de Daimón llegaron a ella, conminando a seguirles, suspiro con decepción, de pronto una luz de esperanza lleno sus bellos ojos, quizás, solo quizás cuando él descubriera el nuevo sello desecharía la idea de una camada. Además no estaba segura de ser impregnada, muchas de las demonios del instituto eran sus amantes, y ninguna de ellas había logrado una camada, solo una de ellas tenía el poder de hacerlo, Yazna sus tres marcas le concedían ese derecho. De todas maneras no deseaba ser tomada por aquel promiscuo demonio, al llegar ante el lugar no pudo menos que reparar el lujo del sitio. Su cara hizo una mueca de disgusto, el inframundo también era un lugar donde los antepasados jugaban un papel primordial en el trato otorgado dentro del clan, era algo injusto, ni siquiera en una dimensión de este tipo el sistema de castas desaparecía, y si mirabas un poco más allá de esa presunción su sistema todavía era más cerrado que el resto.
Daimon abrió la puerta, invitándola a pasar. Era alto, un poco desgarbado, su rostro masculino tenía un rictus imborrable, apretaba con fuerza sus mandíbulas cuando estaba preocupado o enojado, sus ojos eran hipnotizantes. La miro de forma codiciosa, la tomo de los hombros y la llevo hacia el enorme diván , frente a una colosal pantalla de televisión, luego toco su rostro y le ordeno desatar su cabello, para meter su mano en el y jugar cual niño pequeño, parecía disfrutarlo sobremanera, luego comenzó a besarla sutilmente, mientras le preguntaba al oído si era su primera vez. Ella asintió con su cabeza.
— No te preocupes, le dijo, seré muy gentil. No tendrás quejas de mi. Y levantándola en brazos se dirigió hacia el dormitorio, la coloco sobre el lecho, iniciando el milenario ritual, donde la única diferencia residía en que el macho y la hembra pertenecían a la casta de los demonios.
Anshar intentó evadir la impregnación, pese a su intención el Señor de la Dominación tomo su sitial por completo. Incapaz incluso de negar con su cabeza , el ritual dio inicio. La pequeña demonio se sintió arrastrada a un mundo desconocido, su cuerpo temblaba, sus ojos mostraban sorpresa a cada paso del magnifico amante que la tomaba sin reservas. Y en el momento culminante de la posesión, un leve temblor hizo remecer el internado, los Rastreadores percibieron el desfase de energía, algo de enorme alcance sucedía dentro de los limites del internado, las cámaras de seguridad apuntaron hacia donde la energía fue descargada, algunos recolectores de datos similares a los contadores de radioactividad fueron dañados, explotando en el área del internado donde fueron colocados. Una enorme luz emergió de la residencia del Principe, elevándose como señal luminosa. Los Rastreadores fueron testigos del inusual evento , al igual que dentro del cuartel de los Cambiones la alarma fue dada.
En tanto Daimon no lo creía, su cuerpo parecía ser atravesado por aquella luz blanquecina que apenas podía dejar ver a su alrededor. Anshar emitió un grito de dolor, aun desnuda empujo al Principe con todas sus fuerzas, y le permitió a él admirar el maravilloso suceso, el tatuaje tridimensional de la pequeña demonio brillaba con intensidad, ella gritaba:
Por favor deténlo, haz que se detenga, duele. Para luego desmayarse.
El Principe no podía dejar de observar como el nombre de los demonios y los símbolos dentro del circulo se movían a una velocidad impresionante, y la figura central con la marca de las tinieblas se oscureció para conformar un sello. Su cuerpo se sentía extraño, su instinto se disparo, su camada estaba en camino , la impregnación fue llevada a cabo con éxito protegida por aquel imponente sortilegio. La miro desnuda, era realmente bella, cómo no lo había notado antes, se vistió ante el llamado de sus soldados, abrió la puerta del lugar, un grupo de Rastreadores ocupaba su departamento, cuando intentaron subir a la habitación él los detuvo, solo tardaré unos minutos dijo corriendo escaleras arriba para vestir a su hembra, no permitiría que nadie la viese desnuda, mientras lo hacía se detuvo de nuevo a admirar la bella chica, dentro de su harem jamás sintió la necesidad de ejercer sus derechos, ahora de pronto toda su energía estaba dirigida a proteger su hembra y la camada por venir. Por un momento su mente se preguntó qué había sucedido durante la impregnación, e incluso durante su éxtasis sintió como su interior fue arrastrado hacia ella de forma aterradora. Los Rastreadores ingresaron, el equipo médico se haría cargo en ese momento, él les relato lo del circulo tridimensional en su espalda y lo sucedido en el preciso momento de la concepción de la camada. Ertes el líder médico apenas pudo dar un grito ahogado cuando descubrió la marca en la espalda de la chica que aun yacía desmayada, el resto comenzó a tomar fotografías y recabar datos. La profecía milenaria tomaba su lugar dentro del mundo moderno.
El grupo se miro preocupado, la Profecia de la Luna Maledictus daba inicio, la nueva camada tendría que ser resguardada, incluso de los Señores Antiguos, grupo rebelde que condenaba la interacción de demonios sin tomar en cuenta sus respectivas castas, creían firmemente en el purismo de la raza lo que evitaría la pérdida de los poderes ancestrales, temerosos del poder que sobrevendría estaban dispuestos a tomar la camada como baluarte de un futuro sin demonios inferiores ni mestizajes entre demonios y castas consideradas inferiores.
Al día siguiente el internado se hallaba sumergido en rumores concernientes a Anshar y el Principe Daimón, Yazna sintió que su pecho explotaba de celos, con paso firme se dirigió a los dormitorios a reclamar su comportamiento al supuesto prometido, allí le encontró, recostado sobre un diván, tratando de discernir lo de la noche anterior, un simple deseo por un hermoso cuerpo y una chica novata había resultado en crear a su camada, una camada que en este momento llenaba sus instintos y afectos.
Cuando ella le reclamó, él dijo en voz alta lo que pensaba, firme y claramente colocó los lineamientos que seguiría como responsable de la pureza de su especie.
— Porqué ella? Gritaba la joven demonio molesta.
— Tu lo sabes mejor que nadie, contestó él, eres mi prometida, hasta nuestra boda podríamos consumar nuestro amor y lograr mi primer camada principesca, ahora parece ser que todo ha cambiado.
— La amas? Le preguntó molesta
— Por supuesto que no¡ Acabo de estar con ella, solo significaba un poco de diversión… nunca creí que esto sucediera. Aclaro Daimon
— Luego se acerco dulcemente a ella aclarando con voz melosa , sabes que eres mi nena, mi único amor.
— Te perdonaré, promete que no la verás más, reclamó su prometida.
— El la miro con ojos fríos, odiaba el chantaje. Eso va a ser imposible, dijo, ella tiene mi camada, debo protegerla. Tendrás que acostumbrarte.
— Es unicamente por tus hijos ? pregunto ella de nuevo.
— Si, dijo con firmeza.
En tanto Anshar despertaba con su espalda aun dolorida, una enfermera le acompañaba, le preguntó si deseaba comer algo, ella le respondió que no tenía apetito, solo se sentía sedienta, en cuanto tomo unos sorbos de agua corrió al baño, la camada anunciaba su presencia, el resto del día no fue mejor, cada bocado significaba correr con náuseas al baño, el doctor le visitaba esa tarde, unas gotas fueron prescritas, se hallaba de mal humor, se coloco sus audífonos, estaba molesta, sumamente molesta, odio su clan, odio sus reglas anacrónicas, si se hubiese negado a la impregnación del Principe nada de eso hubiese ocurrido.
— Maldito pervertido, murmuraba, como si la mayoría de chicas del instituto no le bastaran. Además había escuchado rumores que le asociaban en el mundo humano a cambiones que eran actrices muy bellas. Porqué ella? Y ahora cómo se enfrentaría a sus compañeros ? Estaba dentro de un estatus similar a los intocables, el rechazo sería más fuerte? Por un momento pensó que nadie sabría del encuentro con el Principe, y la impregnación era dudosa al no poseer marca, si alguien se enterase lo negaría por su vida. Pero todo aquel escándalo de lo sucedido alrededor del Principe y ella era gigantesco, demasiado para intentar cubrirlo.
Se dirigió a su buhardilla, se daría un baño y dejaría de pensar en lo ocurrido. Tomo uno de sus vestidos de lino blanco , su cintura parecía ensancharse a cada segundo. Recogió sus cabellos, los sintió más largos, e incluso noto como mechones plata dispersos en delgados hilos brillaban con intensidad, sus labios rojo intenso competían con el brillo de sus ojos, de alguna manera lo sucedido había aumentado su atractivo físico, sin apenas entender se ató una cadena de plata con un amuleto protector alrededor de su tobillo que le ofreció la enfermera y se dirigió a clases. El Principe había obtenido su deseo, estaba segura que no le vería más y eso la tranquilizo. Llegaba tarde, las miradas se dirigieron a ella, algo cambió, los demonios respiraron con fuerza, una dulce fragancia activo sus deseos, si tan solo pudieran acercarse…
Daimon revisaba sus correos, de repente su instinto de protección se activo con denodada fuerza, tomo su chaqueta y se dirigió a paso raudo hacia el área de ciencias, allí en el pasillo un grupo de demonios encerró a la joven en una de las aulas e intentaba acercarse a ella con la intención de dar rienda a los deseos irrefrenables que emanaban hacia la joven. Daimon sin pensarlo siquiera derribo la puerta y les observó de manera furiosa, sus ojos rojos brillaban y las imponentes garras surgieron, a punto de convertirse en el Señor Supremo de la oscuridad. Su sola presencia basto para alejarlos, dos días serían necesarios para que ella lograra perder el olor que la marcaba como posible presa para formar una camada, en su caso la profecía junto a su poder en un intento de crear la camada producía deseos irrefrenables en el resto de demonios macho.
El Principe tomo su celular , seria necesario colocar un guardaespaldas. La abrazo con fuerza, preguntando de manera gentil si tenía miedo, Ella asintió.
— No te preocupes, esto no volverá a pasar, lo prometo. La tomo de la mano y se dirigió a su departamento, sera mejor que durante los tres meses más peligrosos para la vida de la camada vivieses junto a mi, eso me permitiría controlar mejor el entorno .
La condujo con gentileza, mientras la llevaba de la mano, ella no opuso resistencia, sabía que en ese momento lo más importante era la seguridad de la camada. Su instinto maternal surgía con impetu, no dejaría que nada le ocurriese a sus pequeños demonios.
El Principe había investigado las historias sobre el evento, relatado por su mentor en el Palacio de Fuego, se trataba de la alineación de cuerpos celestiales más poderosas del inframundo, bajo el dominio del Lord Adversario, y los otros siete Principes del Infierno, la camada nacería con su auspicio y poder.
El resto de los jóvenes demonios miraron como el Principe tomaba de la mano a Anshar dirigiéndose a su anexo privado. En cuanto llegó ella corrió al baño, las nauseas eran intensas, lo cual le impidieron tomar algún alimento, él la miro preocupado, llamaría a los médicos de nuevo.
El diagnóstico fue simple, el cuerpo de Ashar apenas resistía su impregnación, el poder de la profética camada era inmenso, decidieron preparar una mezcla de nutrientes que le permitieran sobrevivir durante esos tres meses que auguraban ser los más dificiles para el novel cuerpo de la chica. Incluso los afamados médicos del Palacio de Fuego enviaron amuletos de gran poder repletos de magia oscura para proteger la camada durante su desarrollo, era un hecho que los Demonios Renegados que luchaban por el derecho a ejercer su reinado intentaran a toda costa tomar la camada , y la facción rebelde de los cambiones tampoco perderían su preciada oportunidad , la camada representaría para ellos una nueva era donde su linaje sería igual o más poderoso que el de los demonios considerados de sangre primigenia.
El resto del día Ashar tomo cama, se sentía bastante mal, sus nauseas, la sensación pesada de su cuerpo y una leve fiebre anunciaban que en verdad sus pequeños demonios absorbían con fiereza su energía. Daimon la miro un tanto preocupado, se sentía culpable, por lo que se ocupo de bajar su temperatura con paños de agua fría en la frente , la observó con detenimiento, pequeñas perlas de sudor escurrían por su frente, su boca un trozo exuberante de deliciosa y delicada carne roja, sin pensarlo la beso, lentamente paso su mano por sus pechos hasta llegar a su vientre, allí sintió con fuerza su linaje, su mano se convirtió en una enorme garra, su verdadera condición de demonio saludaba a sus crías. Respiro con fuerza , su corazón palpitaba con intensidad , ajeno a esa sensación nunca antes vivida de ser el guardián de sus pequeños demonios. Tendría tanto que enseñarles, sonrió, el destino era una fuerza superior que incluía a los demonios, quien podría decirle que Yazna no sería la chica con la que tendría el honor de convertirse en protector de su linaje más puro y recaería sobre la chica nacida sin marca dentro del clan , sometida a la estigmatización de no poseer siquiera el derecho que le conferiría el otorgamiento de un guardián de bajo rango. Ahora se convertía en la Madre Oscura de la nueva generación de Primordiales. Se acerco al lecho y tomo su lugar en la enorme cama, se acurruco tras ella y la abrazo con fuerza. Si un demonio de la realeza podría amar de esa manera lo ignoraba , a su pesar sentía una necesidad intrínseca de proteger a su nueva familia.
El timbre de la puerta sonó, el observó por la cámara era Yaznar , sabía de lo que se trataba, una nueva discusión se acercaba. En cuanto abrió la puerta ella entro como un vendaval.
— Es cierto? Dime solo si es cierto, si no quieres continuar con nuestro compromiso solo dilo, estoy segura que unos cuantos demonios superiores solicitaran mi mano.
— Te lo dije, te lo explique, luego el Señor de la Mentira surgió en él, son ordenes del Rey, no puedo desobedecer, lo sabes bien, soy el Principe Heredero de los Umbra, debo proteger la nueva camada.
Anshar despertó ante la discusión, se levantó para tomar unos sorbos de agua, la curiosidad la hizo acercarse a la puerta del dormitorio.
— Cómo puedes dudar que te amo, dijo mientras acariciaba el rostro de su prometida.
— Porqué no la enviás de nuevo a su ático, solo debes poner un guardián de bajo rango frente a su puerta , me opongo a que este en tu departamento, esa golfa puede intentar seducirte.
Anshar sonrió, si la orden no hubiese sido dada, ella nunca se dejaría embarazar de aquel pretencioso demonio.
— Te lo digo amor, serás mi futura esposa como lo planeamos, en cuanto los bebés nazcan ella dejara de ser parte de mi mundo, es una promesa, dijo con seductora voz..
La joven demonio sintió que sus nauseas volvían con más fuerza. Pero lo escuchado le confirió cierta esperanza, quizás en algún momento podría huir con sus pequeños se encargaría de criarlos junto a los humanos, en completa libertad, sin leyes injustas que determinarían de antemano su lugar dentro del inframundo, ellos tendrían lo que ella añoró desde niña, el poder elegir su destino, les mostraría cómo ocultar sus inmensos poderes, en el mundo de Anshar todo era posible.
La pareja salió del lugar. Su camada era especial, necesitaba averiguar todo lo posible acerca de sus futuros bebés, tomo su celular, la red que manejaba su clan era invisible para los humanos, pese a que funcionaba de la misma manera, de inmediato acceso a la información sobre las camadas conocidas como Camadas Imperiales.

Camadas Imperiales:

Reconocidas por su inconmesurable poder, la elegida no debe poseer la mínima marca demoniaca en su cuerpo para poder llevar a cabo el rito de la Luna Maledictus, la consumación del acto por parte de una casta de la realeza considerada primigenia derivaría en el nacimiento de una de ellas. Las fuerzas de los Siete Principes del Infierno tomaran su lugar dentro de la esencia de la camada, confiriendo el principar sobre el Reino Oscuro afianzando la siguientes generaciones de demonios primigenios de gran poder. Los tres primeros meses de su gestación deben ser protegidos de cualquier fuerza que intente robar sus energías. A partir de dicho momento ellos estarán en la capacidad junto a su madre de defenderse por si solos. Durante dicho periodo se prohibe que alguna fuerza del Reino Celestial ingrese en un rango de diez metros cerca de la camada, los cánticos de psicofonías calmaran los espíritus que yacen en ella , los alimentos con fuego en su composición deben ser graduados, la carnes crudas son prohibidas, pues pueden aumentar el deseo de la camada de ansiar la sangre en cuanto nacen. El sello de la Luna Maledictus servirá de la misma manera como protector. Su gestación completa se llevaría a cabo dentro del periodo de doce lunas llenas.

Tomo su sitio dentro del enorme lecho, sencillamente tendría que esperar que aquel sortilegio de los primeros tres meses se cumpliera para poder hallar una salida, no deseaba ser parte de aquel prepotente clan de demonios. Por ahora era simplemente una subordinada que debía seguir las órdenes dadas. Cerró su habitación con llave. Esa noche el Principe no llego al departamento, quizás había obedecido las ordenes de su amada, estaría en los dormitorios.
Deseoso de evitar conflictos reduciría su contacto con Anshar, sin embargo un nuevo sentimiento surgía en su pecho, la extrañaba, había dormido solo unos cuantos días junto a ella, añoraba su cuerpo, su aroma, sus débiles quejidos mientras dormía. Era consciente de que era un Principe Primigenio, y que el nuevo sello no le confería a ella una casta a la altura de su rango. Todo lo contrario a Yazna cuyos antepasados fueron demonios de la realeza.
Anshar se entretenía revisando cada pagina de la genealogía de su camada, se aburría de manera terrible, prisionera entre las paredes de aquel frío internado. Los primeros días un guardián fue asignado al departamento donde residía Anshar, esa noche el lugar fue invadido por la Psicofonía de los Conocimientos, una vieja magia negra que con sus cánticos lograba que los futuros demonios tomasen el conocimiento al que estaban destinados, nunca antes dentro del internado sucedía un acontecimiento igual, las voces átavicas se unían repitiendo cánticos creados por el mal miles de años atrás. Ella sintió como su cuerpo fue elevado varios centímetros de la cama, por primera vez durante su embarazo sintió a sus bebés moverse, elevó sus brazos y su propia voz se unió a los cánticos . Los ojos de lobo que tomaron su visión se mantendrían durante el resto de su vida, estos le permitirían visualizar eventos peligrosos a su alrededor e intentar evitarles. Dos voces infantiles se unieron al coro ancestral, la camada deparaba sorpresas a cada segundo. No solo el internado tomaba cuenta de ello, a su alrededor ojos vigilantes esperaban el momento adecuado para convertirse en sus dueños.
Ella asistía de nuevo a clases, en los pasillos se encontraba esporádicamente a la pareja real mostrando sus afectos, pasaba a su lado sin siquiera mirarles, estaba demasiado ocupada pensando en el momento adecuado para realizar su escape, debía ser muy prudente, el plan no podía tener fallas, era consciente del peligro exterior, pero confiaba ciegamente en poder burlar el destino,había escuchado acerca de unas cavernas naturales a cientos de kilómetros, que fueron utilizadas durante los Rituales infernales, había visto fotos en la red oscura, serían ideales para dar a luz y mantener su camada oculta , el tiempo corría veloz, dos meses habían transcurridos de la impregnación, esa noche, bajo la luz de las estrellas, ella dio inicio a su plan.
Daimon aceptaba de mala gana la actitud indiferente de Anshar, cuando se retiró a su dormitorio, aun intentaba desentrañar los pensamientos de la bella demonio. Se veía más hermosa que antes, había emitido un decreto en el cual advertía so pena de ser destruido con sus propias manos si alguno se acercaba a su mujer y a su camada.
De cierta manera era gracioso verlo deshacerse en arrumacos junto a Yazna para luego emitir ordenes como aquella. Esa noche el vigilante a cargo de la seguridad de la joven madre solicito un permiso a la joven para asistir a la boda de su hermana, ella se lo concedió, junto con un sobre rojo para la futura pareja. El momento deseado se presentaba, alquilaría un auto, el dinero de su cumpleaños le sería útil, podría contar con el automóvil al menos cuatro días , solo tomo algunas de sus ropas, era consciente de que con el tiempo nada de eso le serviría, planeo escabullirse a una ciudad turística, en cuanto se encontrara de parto acudiría a las cuevas, en la ciudad podría ejercer el don de la adivinación en uno de esos viejos muelles durante las ferias de verano. Esa noche después de efectuar los trámites del alquiler, solicito que el auto quedara en un estacionamiento cercano a los dormitorios. Era fin de semana, los portones del internado no cerrarían hasta la madrugada, sigilosamente salió e hizo un gesto obsceno al dar la espalda al lugar.
Al llegar de nuevo el guarda se dio cuenta de su desaparición, dando la alerta. Daimon dejo de sentir a sus pequeños. La alarma fue dada, en tanto Anshar comía con apetito unos fideos instantáneos y descansaba en la parte de atrás del auto, hacía frio, de repente su sello comenzó a generar un tenue luz junto a un tibio ambiente. Al parecer los niños quebrantaban una arcaica ley y daban inicio a un aura de tibieza protectora para su madre y ellos.
No lejos del auto, un poderoso Elemental vigilaba la madre y su camada. El Reino Celestial no interferiría en el nacimiento, pero vigilaría en caso de que algunos enemigos intentarán tomar la progenie de los demonios, la valentía de la joven madre , su aparente fragilidad junto a una gloriosa belleza, su determinación de enfrentar su destino, la hicieron única antes sus ojos. La miro de lejos, mientras botaba los recipientes de la cena en un bote de basura cercano. Le recordaba tanto a su amada. Ella había partido hacía mucho tiempo, sin embargo el dolor de su ausencia no perdía fuerza.

Sus ojos de lobo se llenaron de lágrimas que pugnaban por salir y rodar por sus mejillas, solo sacudió su cabeza, y recordó con dulzura a su amada. El amanecer espantaba las sombras, la chica se movió dentro de la parte trasera del auto, su brazo dolía, lo había prensado durante la noche contra el asiento del auto, suspiro, sería mejor que buscara un nuevo lugar.
La búsqueda de la madre y su camada fue inmediata, el Reino Oscuro determino la importancia de la joven y sus crías. Un poder majestuoso surgía dentro de su cuerpo, el aura maligna más poderosa en miles de años aparecía con denodada fuerza , concerniente a un Principe cuya descendencia representaría el nuevo poder primigenio dentro de su clan, Su Alteza el Adversario tomo personalmente el reto, la joven madre debía ser encontrada y pronto.
El elemental Lycaón llego con noticias al Reino Celestial, el Señor Supremo reafirmo la orden de proteger la madre y a a la Camada Imperial.
En el Reino de las Tinieblas un espectacular contingente era enviado a encontrar a toda costa a la madre.
La joven intentaba encontrar un lugar para desayunar y acudir a un baño, Lycaón la miro con ternura, era tan joven y hermosa, sus ojos de lobo lo enloquecieron al acercarse a ella ofreciendo su ayuda , pues reconoció unos ojos similares a los de su fallecida amante, su corazón dio un vuelco. Mermad tenía esa característica que incluso le permitía enfrentarse a la oscuridad sin problema alguno. Una de las llantas del auto estaba sin aire, Lycaón se encargó . Anshar agradeció la ayuda, él ofreció llevarla a su hogar, con suma amabilidad intentó convencerla.
— Está cerca, no es lujoso pero servirá para tus necesidades básicas le dijo mientras sonreía.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!